sábado, 29 de agosto de 2015

Al filo 2b

Te preguntas cuanto más podrás soportar esto, te preguntas el porqué.

No hay respuesta, solo oscuridad en el de tu interior, cual si una deliberadamente se permeara por tu piel, indiferente a ser ajena a ti, ella se posa en tu interior, y drena la maravilla y gusto que debiera darte esta luna.

Y recuerdas el dolor, y la mirada. Quieres huir, volar lejos. Pero el solo evocar la idea hace los recuerdos más intensos. Inclusive físicamente dolorosos.

La sensación de tus lágrimas te recuerda que esta vez no es un sueño, no puede ser solo un sueño. Y este llanto no puede ser silencioso ya.Tiemblas con el frio de la noche, con el dolor, mientras tus lágrimas vacían tu mente, lloras hasta que ya no puedes más. Hasta que la tristeza deja de ser hiriente y solo queda una gris indiferencia a lo que te rodea, quizás a ti misma.

Te preguntas si tu abuela te mintió cuando te dijo que tenías alas, te preguntas si realmente están ahí, que ahora te harían bien para ser libre.

Miras por el balcón. Imaginando todas las cosas que parece siempre estarán fuera de tu alcance, la mañana se acerca, y con ella tus deberes. Las clases, la familia, tu madre….

Con un nudo en la garganta vez la luz, inclusive hiriente en el horizonte. Y te preguntas si la luz es hiriente porque te desconoce. Quizás verdaderamente eres hija de tu madre, y solo estas tomando tu lugar en este mundo gris y moribundo.

Y sabes porque el desamparo.

Porque no has encontrado la fuerza para pelear. Para combatir la oscuridad, desde que tu abuela murió las cosas solo han cambiado para empeorar, pareciera que ya no hay escapatoria, o lugares seguros.

Y así te alcanza el día. Doloroso a la vista y el oído. Con su luz desvaneciendo el dolor del sueño, canjeándolo por un hiriente dolor de cabeza y ojos llorosos ante la luz.

De alguna manera este dolor te es familiar. Aunque no puedes recordar cuando lo has sentido antes.

Es hora de levantarte y ser perfecta nuevamente. Secas tus lagrimas y comienzas la rutina. Quizas puedas acallar una vez mas al mundo.

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Puedes buscar luz, reforzar la mascara, o dejar la oscuridad avanzar. Que elijes ?

2 comentarios:

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  2. Los sueños regresan cada noche, he dejado de comer y temo dormir mi rostro se encuentra hinchado de tanto llorar. Con forme pasan los días extraño más a mi abuela, quisiera que ella estuviera aquí y me defendiera de mi madre como siempre lo hizo permitiéndome de ese modo extender mis alas.
    Hoy uno de los profesores no asistió a clase así que me aventure a salir de la escuela a hurtadillas quería ver a la abuela quería hablarle, al llegar al cementerio mi corazón quedo helado era la primera vez que iba, cuando ella murió fue tanto mi dolor que dormí por días no tenía fuerzas para levantarme. Limpie un poco el lugar y puse flores nuevas, me senté a su lado recargue mi cabeza en la lápida y empecé a recordar su calidez el cansancio me inundo y me quede dormida, cuando desperté estaba a punto de anochecer me levante sobresaltada tome mis cosas y salí corriendo estaba nerviosa y asustada me iría mal cuando llegara a casa al llegar a la entrada del recinto el auto de mi padre estaba estacionando bajo del auto y me miro con severidad pero al final me abrazo no era una persona que demostrara afecto pero yo era la más pequeña y su única hija —no vuelvas a viajar en vehículos desconocidos podría ser peligroso—, durante el viaje de regreso mi padre estaba revisando una carpeta con documentos mientras hablaba con su asistente quería hablar con él pero no sabía si se enojaría porque lo interrumpiera así que fui en silencio, mientras miraba por la ventana pude ver la luna y un recuerdo vino a mi mente “era un día soleado tenía como nueve años y mi abuela decía que tenía un talento insuperable para el baile y la música que era como un ángel, ese día supuestamente nos íbamos a ir de vacaciones solo mi abuela y yo pero eso era solo parte de un plan para ir a un concurso de danza, con ella podía practicar cualquier tipo de danza sin que mi madre me reprimiera. Cuando llegamos al teatro donde sería la competencia mi corazón se agitaba emocionado, llego mi turno de subir al escenario bailaba con tanta libertad y emoción, esa fue la primera vez que pude sentir como las ondas de la música y mi cuerpo se movían en armonía, era tan feliz de poder hablar más allá de las palabras y que la bastedad de estas emociones fueran alcanzadas por aquellos que me miraran, al final de mi baile vi los rostros del público y sabía que había logrado mi objetivo, me sentí completa y satisfecha”. Recordé el sentimiento y pude ver con claridad que era lo que más amaba en este mundo y por lo cual vivía.
    No me había dado cuenta de cuando había empezado a llorar nuevamente pero ahora sabía que era lo que deseaba y quería ir hacia allá, mire a mí padre que había levantado la vista de los documentos y me miraba con tristeza, me seco las lágrimas —papá quiero bailar con la libertad con la que bailaba cuando la abuela estaba viva —.

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